153 Boulevard des Plages, 64600 Anglet
Frente a las salpicaduras del Atlántico y los aromas amaderados del bosque de Chiberta, el hotel Les Terrasses d’Atlanthal abre las puertas a una escapada donde el tiempo se detiene. Aquí, el susurro de las olas acompaña cada despertar, los senderos sombreados invitan a pasear y los espacios dedicados al bienestar transforman cada instante en un paréntesis reparador. Idealmente situado entre la playa y la naturaleza, este establecimiento combina confort y serenidad, con acceso directo a los beneficios revitalizantes de la talasoterapia.
Las habitaciones, luminosas y apacibles, juegan con tonos naturales y materiales suaves para crear un refugio propicio para el descanso. Según su elección, la vista se extiende sobre el entorno verde que rodea el hotel o se pierde en el horizonte, donde el cielo y el océano se confunden. Cada detalle está pensado para su bienestar: una cama envolvente, un baño elegante, conexión Wi-Fi fluida y equipamientos modernos que hacen la estancia aún más agradable.
A pocos pasos, el espacio de talasoterapia de Atlanthal prolonga esta sensación de desconexión absoluta. La Laguna de agua de mar, climatizada todo el año, alterna entre recorridos a contracorriente, jacuzzis y chorros de agua masajeantes. Tras una sesión en la sauna o el hammam, el cuerpo se relaja, el estrés se desvanece. Para completar este paréntesis de bienestar, una sala de deportes así como clases de aquagym y fitness permiten dar un ritmo personal a la estancia.
En cuanto a sabores, la cocina regional se invita a la mesa del restaurante Les Bahines. Inspirada en el terruño vasco, la carta evoluciona con las estaciones, destacando productos locales y toques marinos. Cada plato revela una paleta de sabores auténticos, servidos en una sala llena de luz o en una terraza donde el aire marino abre el apetito. Desde la mañana, un generoso desayuno buffet reúne bollería crujiente, frutas frescas y especialidades locales para empezar bien el día.
El hotel se adapta a todos los deseos, ya sea que viaje en pareja, con amigos o solo. La recepción, abierta las 24 horas, se asegura de que cada estancia transcurra con total fluidez. Un servicio de cuidado infantil, lavandería y estacionamiento privado gratuito completan las prestaciones, mientras que el alquiler de bicicletas permite descubrir los alrededores a su propio ritmo.
Más allá de las puertas del hotel, la Costa Vasca se despliega en todo su esplendor. Las amplias playas de Anglet, apreciadas por los surfistas y los amantes de los baños de sol, se alcanzan en pocos minutos. El bosque de Chiberta ofrece un terreno ideal para paseos a pie o en bicicleta. Un poco más lejos, Bayona encanta con sus callejuelas adoquinadas y sus fachadas coloridas, mientras que Biarritz atrae las miradas con sus acantilados escarpados y su ambiente elegante.
Para prolongar el descubrimiento, varias direcciones culinarias destacan en los alrededores. En Anglet, Les Halles 39 propone una cocina creativa basada en productos de temporada, mientras que La Lucciola, frente al océano, deleita a los amantes de los sabores italianos. En Bayona, el Café du Musée seduce con su entorno refinado y sus platos inspirados en el terruño.
A lo largo del año, Anglet vibra al ritmo de eventos culturales y deportivos. Entre festivales de música, mercados nocturnos y competiciones de surf, cada estación reserva su dosis de descubrimientos. Para los amantes del arte y el patrimonio, el Museo Vasco de Bayona cuenta la historia y tradiciones de un territorio orgulloso de sus raíces.
Alojarse en Les Terrasses d’Atlanthal es regalarse un momento suspendido, entre la suavidad del océano y el bienestar absoluto. Aquí, cada día se escribe entre descanso, descubrimientos y placeres gastronómicos, en un entorno que respira armonía y evasión.
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